Queridos estudiantes:
Nos encontramos en un nuevo inicio del año escolar que debe ser una promesa de mejora. No podemos dejar pasar las oportunidades de aprender, ni cometer los mismos errores, no podemos quedarnos con dudas sobre cómo son las cosas, ni menos en la superficialidad o en el mínimo esfuerzo.
Por el contrario, debemos buscar alternativas al cambio y no repetir palabras, gestos y acciones que no ayudan a su desarrollo, ni a la buena convivencia con sus compañeros y compañeras.
Sean curiosos… que no les dé lo mismo saber o no saber. Vivimos en un mundo que pareciera promover la precariedad del talento, la vulgaridad en el comportamiento y la indiferencia ante la mentira y el mal gusto.
La virtud no acepta el “autotune” o los filtros para verse mejor: quizás podemos cambiar nuestra voz en una grabación o mejorar nuestras facciones en una imagen, pero eso es mentira y pareciera que quieren convencernos que esa mentira es más importante que la verdad. La vida es mucho más que una marca de ropa, zapatillas, maquillaje y peinados o cualquier consumo en general.
Estamos aquí porque creemos que el máximo tesoro que poseen es su capacidad de aprender, no sólo en lo académico, sino que también en la convivencia, entendiendo la importancia de ser mejores personas, mejores deportistas, mejores estudiantes, mejores ciudadanos.
Nuestro proyecto se basa en los valores del laicismo que implican la voluntad de construir una sociedad justa y fraternal, en la que se resguarde la dignidad de la persona y de los derechos humanos, asegurando a cada uno la libertad de pensamiento y de expresión, así como la igualdad de todos ante de la ley, sin distinción de sexo, de origen, de cultura o de convicción.
El laicismo promueve la elaboración personal de una concepción de vida que se funda sobre la base de la experiencia humana y el conocimiento, lo que implica la adhesión a los valores del libre examen, la emancipación respecto a toda forma de condicionamiento y el imperativo de una ciudadanía completa y justa.
Por eso, no son aceptables las conductas avasalladoras, la prepotencia, la falta de argumentos, la discriminación por el placer de reírse del que es distinto. Huyan de la ignorancia que sólo busca esclavizarlos con temas superfluos.
Confíen en sus profesoras y profesores, en sus consejeros y consejeras. No teman a la exigencia, al esfuerzo, al compromiso y recuerden que nada es posible si no nos dedicamos completamente a ello. El éxito no es casualidad, persigan sin descanso sus sueños porque sólo así la vida cobra sentido.
Mis mejores deseos para este año 2025.
Trabajen por sus sueños.
Luis Muñoz Barriga
Rector Liceo Osorno College